19 de junio de 2012

Carta de Caín a su hermana


   
Mi hermana me pide cuentas ¿Cómo puede hacer esa maniobra tan ruin? Pretende mi hermana, del alma,de la misma madre parida, de una loba dicen, prestarme los jurdeles para más tarde cobrarme intereses.

¿Desde cuando en la familia existen los créditos? Mi hermana del norte la que emigró desde África para asentarse en el frió, la que no descansa, pretende digo, prestarle dinero a Caín;  el díscolo mediterráneo que ronea la siesta con intereses.

Yo le digo a mi sangre que los primos de más allá de los Pirineos asaltaban vehículos de muchas ruedas para después desparramar el fruto de mi trabajo por el suelo. De igual forma le recuerdo a mi hermana que una colonia expatría se asienta en nuestro suelo y que deberíamos, por ética y amor propio, cobrarles por ello. También le hago saber que a causa de un pepino, una broma de las suyas, tuvimos que condenar al hambre a los nuestros ¿Quién le debe a quien?

Tengo que reconocer que mi hermana me dejo entrar en su casa, por la puerta de atrás por que se avergonzaba de mi figura, y me dejó comer de su plato pero ¿desde cuando la familia se presta dinero? La familia unida afronta las vicisitudes y ella me atosiga con los pagos como si fuese un extranjero.


También mantengo fresca en la memoria como la usura se desparramó por nuestra casa. La usura es un pecado hermana, sabes bien, le digo por lo bajo, que nuestro padre la condenó hace tiempo y sin embargo tu te beneficiaste de los enemigos a costa nuestra. Nos hiciste ver hermana, que somos como tu, ricos y famosos. Nos hiciste creer que el oro estaba a nuestro alcance y pecamos, gracias a ti.

Tú eres la culpable de nuestra miseria y te ríes cogida del brazo de los banqueros, aquellos que por lazos de sangre en su credo deberíamos tomar como ejemplo de hermandad.

Hermana te digo que la familia no presta oro.     

La familia a su hijo mas preciado, aquel que te cultiva la mente y el espíritu, el que te enseñó a prosar , a pintar, a esculpir, a dejar la espada y afeitarle la barba de norteño a tu esposo alzado en cuernos de bárbaro, el que te instruyó en filosofía el que conquistó tierras en tu nombre, el que llenó el parnaso de dioses, deberías de cuidarlo y tenerlo en estima. Pero te debes a tus nuevos dioses. A tus nuevos padres.
Aquellos que duermen la siesta eterna del sur no quieren tu limosna ensangrentada, hermana puedes ir con Dios.

4 comentarios:

  1. La hermana del hijo corrupto siempre es la favorita del Padre. Un Padre que vive al Occidente del hijo y que realmente muerde el polvo de La Gran Madre Oriental.

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  2. Caín mata a seis de nuestros hermmanos. Tendremos que darle a Caín una lección de una vez por todoas.
    A por ellos con la guadaña y el garrote.

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  3. Espero no ver a los señores y señoritas paseando su suerte mientras preguntan, ¿te toco?
    Ya finalizo el reino de los hipócritas y falsos profesionales. Preparados para la guerra.
    Los cobardes tienen que ser apartados.
    Fuerza y honor.

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  4. Quien se crea intocable se equivoca.
    La ruleta rusa sera continua.

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