15 de diciembre de 2013

Reportando información








  Ingresé en la agencia a principios de los años ochentas. Continuábamos con aquello de la guerra fría, uno de los pocos conflictos que se generaron de manera fortuita, no planeamos nada esta vez. Los soviéticos contactaron con sus socias de otros Pares gracias a mí.
 Claro jefe, en aquel Par las cosas funcionan de puta madre para ellos. Mantienen la mitad de Europa, el norte africano y toda Asia. Un festival comunista en medio globo y la fiesta tiene visos de continuar por mucho tiempo. ¿Exploración espacial? Eso no les importa en absoluto. La Tierra tenía canapés variados a su disposición ¿para qué picar más allá de la mesa?
 En mi Par vendo seguros: de vida, defunción, la mayoría de vehículos que no son capaces de levantar un cuarto del suelo, soy un perdedor, un mierda ¿entiende? Quiero ser alguien. Conocer el gran secreto para mí es una maldición, una ayuda para llegar a fin de mes. Traspaso información relevante pero soy un perdedor, aquí y en todos los Pares en los que me he buscado. Supongo que es mí sino, un destino escrito; ni puta idea. Me muevo por los Pares sin llamar la atención, soy discreto, les puedo ser de mucha ayuda.
 El vendedor de seguros de la puta compañía que le jode a llamadas todas las tardes, eso soy yo. Un desgraciado con información de alto rango directa a sus oídos.
 Déle a la manivela de la pasta y cantaré como Placido.
 ¿Quiere saberlo?. Lo mío, la información candente ¿verdad, jefe? está bien. Siéntese por que puede llegar al colapso. ¿Alguna vez se preguntó por el PM? El Par Maestro. La teoría dice que los universos paralelos son infinitos pero no es así. Existe un PAR único y yo lo he descubierto.
 En el PM se desarrolla la “autentica” realidad, de ese Par parten todas las demás. Nuestro destino está unido invariablemente a ellos. Al fin y al cabo las variaciones en los Pares son ínfimas a escala cósmica: hoy los rusos, mañana los chinos y al año siguiente los congoleños, al Universo le importa un carajo nuestras rencillas. El Cosmos tiende a unificarse a seguir un destino común. El infinito digamos que solo lo es para nosotros para todos los universos es finito. Se unen en un punto del espacio tiempo, cuando eso ocurra el Cosmos expirará y todo se concentrará en una partícula. Ya sabe el viejo rollo del Big Cruch y toda esa monserga cuantica. Pero espere, no se adelante, los del PM lo saben, intuyen que todos sus actos son “copiados” en el resto de Pares, de alguna u otra manera. Allí todo es virgen, la ideas rebullen de nuevas, no están masticadas y deglutidas por los Pares, ellos crean de la nada y no están dispuestos a que una mala copia les puteé el final glorioso del Cosmos. Por que aquí señor, en este Par y solo en este, alguien crea, por su cuenta.
 Escribe, se gana la vida escribiendo, el jodido tipo es un escritor de pacotilla.
 He visitado muchos Pares, cientos, miles y sus obras son inéditas. Los del PM lo buscan como locos para cargárselo.
 Si lo eliminan todos moriremos nunca habremos existido. El Escritor inventa este mundo cada jornada. A usted le gusta el bourbón por que él ha decidido que así sea. Tiene dos hijas y vota a los republicanos desde siempre. Yo lo sé por que él ha escrito que yo debo de saberlo ¿no lo entiende? Como si no he descubierto el Par Maestro, el quiso que esa idea se formara en mi cabeza. Una mañana tecleé la clave por azar y me encontré allí pero no fue el azar fue el Escritor. Él es el único real en este Par, en todos los pares, salvo en el PM. Tiene gracia la cosa, no soy más que un personaje de la cabeza de un tunante que no ha publicado nada de interés. Tiene una jodida gracia del Copón, ¿verdad, jefe? Y su cara ahora también es divertida, yo es que me descojono solo de verlo.
  Llevo muchos años vendiendo seguros, conozco esa mirada de depredador. Pero de esa forma no evitará que el Escritor continué inventando la vida. ¿Quiere matarme Jefe? No sea iluso, usted no ha pensado eso, es el Escritor quien habla por usted. Usted no tuvo madre jefe, usted es un pensamiento del Escritor o como mal menor de otro Jefe muy real del PM.
 Suélteme la pasta de una vez y déjeme marchar. Utilice la información como le venga en gana, a mi ya no me sirve para nada.
 Hágalo rápido, existe y esto se lo cuento gratis, un lapso de años desde que el Escritor asesa y plasma sus ideas hasta que estas adquieren vida. Déjeme vivir a lo grande antes de que ese Hijo de Puta coloque un punto al final del texto.


5 de diciembre de 2013

Entrópico


  No quiero abrir, tengo un miedo caníbal que me come por dentro. Me está devorando las entrañas, me atraganto de mi mismo en este miedo que no es otro que el temor ancestral a la soledad, puede que sea el único ser conciente en este Cosmos. Incapaz de levantarme estoy paralizado de cintura para abajo.
  ¡Que mal hice tan tremendo en enviar esa carta! Maldita la hora. Mas si no la hubiera escrito, el pasado, el presente, el futuro mismo no tendría sentido, a no ser que las leyes que rigen el universo se dispersen en una interrogante ¿y si fuese así? ¡Que espeluznante pensamiento! Solo conozco de un lugar, de un “no lugar” donde esa circunstancia, caótica y mortal se pude dar.
 Los golpes son constantes, como si pudiera romper la puerta cuando quisiera pero se retiene. Es cadencioso en su golpeteo pero lleno de fuerza, una fuerza terrible y animal.
 Después de encontrar la carta no tuve más remedio que acentuar mis pensamientos. Reacomodarlos en un bloque, ordenar, como en el cubo de Rubick, las sensaciones por colores en pedazos simétricos de intensidad. La inquietante pulcritud del axioma básico, referente a un futuro tan cierto como poco atrayente aún fluctúa en espejismos poliédricos.
 Al destrozar la carta en mil trozos rompería el hechizo, los golpes se detendrían y todo sería como antes ¿Cómo antes de que? Esta angustia está acabando con mi espíritu, estoy sólo en esta circunstancia pavorosa.
 Desgajar al autor de la carta no hace más que acentuar la paradoja de aquello que está por venir. Yo soy otro ahora y no sé si seguiré siendo este Yo una vez terminadas de escribir estas letras que pulso en el teclado. Por cada golpe anular el tiempo se desteje, los pensamientos se reagrupan en una nueva constante de sinapsis , se reconstruye otro Yo y esto me llena de asombro. Pero no hasta el punto de sorprenderme cuantitativamente, pues el Yo que se fabrica ya sabe de mi. Podría decir que me estoy edificando al mismo tiempo que tomo conciencia del pasado.
  Los golpes en la puerta continúan aunque nada sobreviviría en el exterior de la casa, allá a lo lejos, donde el eco de los barrancos blancos expiran galaxias ¿Qué quiere de mi?
 Es una dicotomía magnética, pues se atrae una a la otra hasta formar un nuevo destino, siendo sabedor del mismo y desconociéndolo a la misma vez.
Noté como fluctuaba el tiempo. Una masa  rosada como un útero, maleable y esponjosa. Al tacto con mis manos tuve la impresión de poder modelarla (aunque solo lo escenifiqué pues era un espejismo; mera ilusión, magia de mis ojos dentro de la cabeza. Si hubiera “tocado” el tiempo este, y estaba seguro de ello, se esfumaría como humo granizado).
 ¿Me encuentro por tanto inmerso en uno de ellos ¿está ahora mi cuerpo en la Zona de incertidumbre?¿Mis brazos en una dimensión y mi cabeza , estática, en orbita constante en la no menos extraña dimensión universal? Si es así ¿como es que esta habitación me parece tan estable y real?
 He llegado al punto de no retorno, y empiezo a entender.
 La carta que recibí del futuro no es otra que esta que escribo en el ordenador. Al llegar al incierto Horizonte de Acontecimientos alcancé el conocimiento y veo, lo veo con mis ojos, con mi cerebro, con todo mi ser, como lo que escribo y se aprecia en la pantalla se deletrea de igual forma, automática y rápida, en la hoja de papel que tengo al lado, en la carta que se escribe para mi, en el futuro y en el pasado, en el presente; en infinitos universos y para universos ¿Por qué no dejan de aporrear la puerta de una maldita vez!
 Cede la puerta se abre a sus golpes. Continúo tecleando. Tengo miedo de volver la cara, no quiero verlo, lo que sea, no quiero verlo. Su presencia es palpable, se extiende en ondas detrás de mi espalda. Escribo en presente aunque el tiempo hace ¿Cuánto? Que dejo de tener significado. Ye me he visto roto en esta silla, descuartizado, redivido, reconstruido, ionizado en millones, billones de muertes y  vuelto a despertar siempre mirando esta pantalla.  
 No importa, el miedo es el mismo siempre, la incertidumbre certera, el escalofrío en los huesos como la primera vez, ¿hubo una primera vez? Siempre me destruye. Acaso una venganza ( ¿una compensación a si mismo , por querer yo acercarme?)
Toca mi hombro y dejo ser persona (otra vez) soy una parte de Todo, infinitesimal y gigantesca, soy nada: soy ÉL.



Entrada de temática similar en Activistas Miméticos por Jose Cascales.

21 de noviembre de 2013

El taxista filósofo y la mujer que huye


 

-Cuídese amigo del cantar de sirenas-, grita desde la ventanilla el taxista filósofo al viajante. Corre el pasajero hasta las puertas automáticas de la Terminal que ansiosas se lo tragan mientras se sujeta el sombrero, de aquellos de los que aún lo utilizan, de fieltro gris ladeado con gracia en un costado de la cabeza. Antes de subir al taxi no lo llevaba. 
  -Me gustan los tipos con sombrero- se dijo el taxista filósofo para si y enfiló los ojos en un nuevo pasajero.
La mujer remolca un maletita con ruedas del mismo color que su vestido; cortado en líneas hasta las rodillas, camisa blanca; el cabello negro recogido en un moño doble.
 -Lléveme a la zona este por favor. Rápido, rápido taxista…- con un sordo murmullo en la boca, se desmorona su voz en pequeñas partículas de sollozos, atomizadas en grupúsculos de quejidos muy pequeños y distantes, ahogados en pañuelos de usar y tirar, arrugados más tarde por la furia controlada de sus manos, olvidados estos de su cuerpo al tirarlos por la ventanilla y rejuntados de nuevo en el inconsciente de la memoria permanente. Donde van a parar los amores rotos, que son todos.
 Por el espejo retrovisor los ojos del taxista se enmarcan en alineación matemática con los vanos de sus gafas de sol y delante de estas, en el mundo no menos real de la realidad de fuera de los espejos, la mujer lo observa a él.
 -¿Le gustan los delfines? A todas las damas le gustan los delfines. No conozco a ni una sola que los deteste- , se pronuncia el taxista filósofo y se retrepa en lo hondo de la figura atómica de las bolas de madera de su asiento. Se halla en su universo personal, en el cosmos sutil de su taxi. Y todo aquel que encorve la testa al entrar por las puertas del taxi del taxista filósofo olvida, sin remisión pero con cierta pausa, las leyes naturales de la física terrenal. De tal modo a la mujer se le llenó el alma de luces.
 -Claro que me gustan , créame no tengo el día para hablar y menos de delfines, perdóneme. Sólo quiero que me lleve a la zona este lo antes posible.
 La mañana es de esas de las antiguas. Es una jornada infantil con esperanza de futuro, es uno de esos días de vacaciones, de sesiones matinales en el cine y de regreso a casa con pedazos de hierba cosida a los calcetines. La mujer mira por la ventana y un rayo de sol gemelo viola el cristal de la ventanilla: los hexágonos se disparan por todos lados en los colores del arco iris dibujados en su cara ; en el techo del taxi, en los asientos gastados por miles de traseros.
  El taxista filósofo encara la avenida rumbo al este y por el camino se abren las flores en invierno y el resto del tiempo transcurre en un silencio aceptado(los buenos taxistas saben cuando permanecer callados).
 La ciudad se queda muy atrás, se pierde en el horizonte transformándose en una línea borrosa trazada por lápiz de carpintero en su punta encarnada.
 -Cuando niño, llegué a pensar que este cuerpo que hora me lleva no era mío. Esta circunstancia me causaba gran angustia, miraba a mis progenitores como desconocidos me sentía, de cualquier manera posible, como un delfín fuera del agua. Los chamanes dicen que el alma se está asentando en esa extraña circunstancia que es el vivir – dijo el taxista a su espejo retrovisor donde se encontraba la mujer.
-Sé de lo que habla- respondió la mujer después de una sonrisa-. Me encuentro en una situación parecida. 
-No debe temer, pasará, su alma quiso escapar y no es el momento.
 Hemos llegado, la zona Este y allí está el puerto, no me lo dijo pero es lo que busca. Solo una cosa, cuídese del canto de los hombres.
-Lo haré, no le quepa duda- la mujer se hace un lío entre las correas de su bolso, las piernas, la maleta pequeña y la billetera.
 La carretera se corta de un tajo y abajo el agua. 
 El velero se balancea como un columpio cadencioso, la mujer embarca, el viento llena las velas : todo lo  ve el taxista filósofo por la ventana mágica del espejo retrovisor mientras voltea el letrero de “libre”.

3 de octubre de 2013

Kepler 99 o una extraña forma de amar



A los dos meses no podíamos hacer otra cosa que revolcarnos en nuestras propias frustraciones, a los cinco empezamos a fantasear con el agua verdosa de Kepler en secreto, cada cual en su cabeza, aunque más tarde nos desnudamos. Soñábamos con el liquido , imaginamos beberlo, bucear en sus profundidades, dejarnos llevar por las lentas corrientes de ese pantano inmenso, diluirnos con 99 hasta que nuestra carne, efervescente como una gragea, se desarme rompiendo las moléculas para hacernos uno con él. Cuando terminó el mes numero once en Kepler 99 matamos a Sepulveda el mantenedor.
¿Como si no podríamos disfrutar de tan inmenso placer?, Sepulveda no conectaba con 99 y 99 es celoso, más de lo que puedan imaginar.
 La verdad es que todo fueron buenas palabras. Llegamos menos de los que salimos pero las bajas no parecían importar a nadie. El exobiologo, que se había tocado las narices durante toda la misión, departía con los periodistas, desgranaba detalles con soltura mientras le daba pequeños sorbos a la bebida reconstituyente. Yo quería tranquilidad. Armenia parecía inquieta, con un discreto pellizco en mi brazo me hizo saber que no tardaría en irse.
 Las sesiones sexuales con Armenia comenzaron como mero desahogo al aburrimiento y terminaron en una búsqueda fractal, indefinida y perversa en las aguas de 99. Mientras lo hacíamos nos fundíamos con 99, que sin tener vida propia ni sistema nervioso se comportaba como un amante más de esta particular “cuestión de tres", entrando y saliendo de nuestras cabezas en trombas  verdosas de ríos descontrolados , enlazando nuestros cuerpos, conectando nuestros sentidos, dejando nuestros cuerpos separados por una fina película de agua de pantano que al instante desaparecía. Exhausta Armenia me miraba al terminar y al poco solicitaba un nuevo encuentro. Dejaba vagar sus hermosos ojos mas allá de la cristalera buscando a lo lejos una ola esmeralda que se la comiera entera.
 Ya en aquel instante noté algo sospechoso. La estancia de manera gradual se llenaba de agua. Conforme subía el nivel, la realidad se hacia mas espesa y turbia y todos parecíamos envueltos de una atmósfera viscosa. Cuando llegó justo al borde de mi cabeza decidí marcharme. Antes de cruzar las puertas nuestras miradas se cruzaron: los tres tuvimos la misma sensación y aún pude seguir las pupilas asustadizas de Kaplan que parecían escapar del corro de reporteros.
  Kepler 99 era y aún lo es, un planeta aburrido en lo visual sin un ápice de tierra donde aposentar los pies. El agua cubre un fondo abisal que parecía llegar al centro mismo de aquella bola verde azulada, orbitante de una estrella moribunda a la distancia exacta para mantener H2O en estado líquido. Estuvimos flotando allí durante un año terrestre y por increíble que parezca en aquel matraz de sopa cálida , donde la vida debería estar a rebosar, tan solo encontramos un primitivo plancton. 
 Faltan un par de días para reunirme con mi esposa e hijas, curiosamente no recibo llamada alguna de ellas. Me someto a los controles médicos de rigor con estoica tranquilidad. La sensación de irrealidad no se separa de mí, el agua de la fantasía me acompaña. Intento con todas mis fuerzas ocultar este pensamiento a los psicólogos, lo consigo pero no se por cuanto tiempo podré esconderlo una vez me encuentre con mi familia.
 El exobiólogo Tomas Kaplan lo entendía muy bien, tenía a 99 solo para él, Tomas es un onanista recalcitrante, un asocial que rara vez podría estar de acuerdo con algún miembro del rebaño humano, salvo en el hecho de asesinar a otro ser humano. Una pena para Tom pues Sepulveda no lo era. Lo descubrimos una vez que el machete le destrozó las vísceras y el líquido refrigerante nos manchó las manos. Resulto ser un amigo de las Corporaciones, una manera de espiarnos. Todos reímos entonces.
 Creo y ahora que lo escribo estoy seguro de ello, que no permitirá que nos alejemos de él. Inundará nuestras mentes de agua verde; sin duda 99 es un buen amante.

10 de agosto de 2013

Perverso



 Este tipo es sin duda lo más degenerado que he encontrado en mi carrera. He tenido que vérmelas con muchos asesinos, psicokillers cuya moral se encuentra dentro de un bote, incrustada en el cerebro y aún así el aislamiento constante de nuestros ensayos carcelarios ha conseguido romper el vidrio. Suplicando perdón el preso fue redimido y mas tarde, como debe ser, ajusticiado; siendo él mismo el que imploraba con lágrimas en los ojos que la guillotina besara su cuello.
 Este caso es particularmente correoso por su evidente maldad, por lo oscuro del corazón del ejecutor, por su nula empatía. Hace tres días que permanece encerrado, sometido a un interrogatorio constante, con pocas horas de sueño y comida escasa debería estar en nuestras manos pero como roca se resiste.
 El argumenta que no ve pecado en su crimen. Que acuchillar unos osos de felpa, o de peluche (la sola descripción de este acto cruento hace que se me retuerzan las tripas) no es más que matar un juguete, a veces, se vanagloria el indeseable, “hasta son feos” se atreve a decir. No sirven las excusas, y el hecho de tener que oír estas indecencias de su boca me asquea,pienso que mi sueldo no compensa este sufrimiento.
 Sus actos ya lo conocemos, las pruebas, y su propia confesión, lo que deseamos con ardor en su arrepentimiento; que no llega.
“Acérquese comisario, permítame su oído”, se pronunció esta mañana. Como no quería quedar como un pusilánime ante mis hombres lo hice, esperando, ingenuo de mi, el arrepentimiento, sintiéndome yo como un joven sacerdote ante su primera confesión. “Comisario, querido comisario, es usted un hombre recto y justo, sin mácula y por eso debe oír esto que le digo, de un pecador a un hombre santo. He matado muchos juguetes de felpa, cierto, pero nada me causa mas excitación que mancillar con deleite los anuncios en las redes sociales, esos que cuelga su esposa o su querida hija; animales tiernos de carne y hueso o puro algodón ; con mensajes candorosos bajo sus patas y buenas intenciones, me excitan sobre manera. Cuando incrusto comentarios soeces, cuando los borro o modifico. Esos seres tiernos, y virtuales¿ha pensado comisario en la irrealidad de esos peluches en los cuadros de honor? Son puros, casi místicos. Después de posar mi mano en el ratón quedan sucios ¿sabe comisario el poder que siento en ese instante?”
 Pude soportar este invite con apenas temple por mi parte. Mis hombres no escucharon nada de sus labios pero si el veredicto de los mios con horribles consecuencias para el detenido.
 Niños, cuídense de estos parásitos que roban la inocencia. Nosotros nos encargamos de ellos, no titubeéis en contactar con el Sindicato de Buenas Practicas y denunciar cualquier robo de mascotas de felpa: el criminal tendrá su merecido.

6 de agosto de 2013

Distopia inspirada en la obra de Orwell 1984 ; ciberpunk y enroscada en la realidad paralela actual: atómica y subyacente. Sin título.


 Puedo soportar el frío y la lluvia,incluso el calor de estos veranos en la metrópolis que hace que las suelas de los zapatos se peguen al asfalto pero el viento…
El viento se mete en las cabezas,dobla esquinas y le roba el alma a quien encuentre a su paso.
Hace susurrar las grietas de la covacha que el ministerio me asigna,se cuela por las rendijas de las ventanas y se aloja en los bajos de mi cama. El viento vuelve cuerdo al loco recordándole que aún es pronto para tomarse unas vacaciones ; el estado somos todos , orates incluidos. Le retuerce las neuronas a los infames, vagos y maleantes ; los hace ciudadanos. En el resto, los sumisos,provoca dolor de cabeza y aunque la locura sería una medicina agradable para escapar de la Gran Patria,es un resumen tan solo de nuestras míseras vidas.

 Cuando llegué a Minigual,las chicas se quedaron mirando mi triste figura : el viento volteó mi cabello hacia los lados descubriendo el cartón de muñeca calva que era mi cabeza,mi cara de palo florecía por entre la jungla barbuda de varios días , el cuello del abrigo que visto incluso en verano(remendado,dado la vuelta) proporcionado por el ministerio a los de su casta no disfrazaba en absoluto mi falta de interés en el sistema.

-Globex en tu mesa están las palabras para traducir a mimético - la supervisora sonreía ante mi aspecto , sabedora que tenía los días contados. Embutida en su impoluto uniforme esperaba tranquilamente mi deportación al campo de reeducación de Antares-.Tiene que ser esta mañana o no será Globex , me explico o ¿tu cerebro esta tan desbarajustado como tu abrigo?.
-Mueves bien el culo cuando estás borracha– se me escapó de la boca antes de sentarme.
-¿Qué dices desgraciado?- atinó a gritar.
-Que parece que va a llover , este viento amenaza lluvia, solo eso.

Informe de palabras y frases  adjudicado al funcionario Globex Hernandez . Ministerio de igualdad ( Minigual)


Despido
Recortes
Hombre
Mujer
Sindicatos
Perdida de valores
Desahucio

Cuatro palabras y tres frases. No está mal para toda una mañana de trabajo. En los periódicos a penas se leen algunas más, no es fácil.

Optimización
Desestimación
XY
XX
Fuerzas no colaboradoras
Desaceleración
Reubicación social

Poco antes de terminar la jornada contemplé mi obra.

Premio a la Gracia Laboral en las Cuencas de Deuterio ( Nueva Siberia)

Hoy nuestra operaria Vasiliv Nuryenka Pérez ha coronado el sumun de la Gracia trabajadora. Durante todo un año su producción en las minas de deuterio ha triplicado a la del trabajador mas cualificado. Optimizando así la producción en su área de trabajo en cuentas/calorías  por individuo. Debido a ello la desestimación laboral ha sido menos cruenta de lo que en principio parecía en su zona.

Siguiendo su ejemplo algunos individuos xx y xy acrecentaron el ritmo en sus respectivos puestos, por gracia del mimetismo, sin contar en ningún caso con las consabidas fuerzas no colaboradoras. La reubicación social de los elementos mas discordantes ha sido plena y la desaceleración nula.

La resolución de problemas en el acto, su espíritu de patria y amor a los dirigentes ha encumbrado el ideal Mimético a las mas altas cotas.

Personas como ella son vínculos sagrados del mimetismo.

Nueva Siberia se llena de carteles dorados con el emblema de la rueda dentada para celebrar tan magno acontecimiento. El Gran Capitán en persona le hará entrega del papiro sagrado , orleado y exacto , para que pueda lucirlo en la solapa de su ropa de trabajo.

Mirémonos en el espejo de Vasiliv. Llevemos las practicas miméticas a tal estado de imitación que todos seamos como ella. Tomad ejemplo ciudadanos. Mañana todos seremos Nureyenka Pérez.

A veces , solo de vez en cuando, me siento satisfecho de mi trabajo

12 de mayo de 2013

Un émpata más







Las máquinas se ocupan de todo; el trabajo duro y las tareas de precisión, el tráfico y la economía, la educación y los modales ¿que problema hay en llevar a mi hijo a que una de ellas le mire la cabeza por dentro? A veces no entiendo a mi compañera, sus reproches y la mirada siempre un paso a atrás o dos adelante : nunca en el presente.
Parece que solo el Pabellón de Juegos Salvajes, una pasión que nos une, me recuerda que es humana ; es un encanto contemplarla con el cabello revuelto los ojos llenos de sangre y el calor que despide la arena ensangrentada reflejada en sus mejillas.

El chico no es normal , esos ojos oscuros desarman a cualquiera que ose cruzar su vista con él. Yo mismo lo he comprobado miles de veces. Son ojos de animal, de bruto cautivo, y no de un hombre libre y apasionado como somos los demás.

Estoy esperando el diagnostico, tranquilo, si acaso un pequeño tick de inquietud en la pierna derecha.

-Sr. Mendez – se dirige a mi el muñeco, es una simulación de un antiguo psicoanalista, lo que sea que fuese aquello, solo lo reconozco por referencias en programas de situación y comedia. Perilla oscura que le atrapa la boca como un candado y gafas de pasta - la situación de su vástago en preocupante. Diría que es un caso claro de Filosocial agudo rayando en la empatía mas extrema.
-¿Pude describirme eso de una forma que yo lo entienda?
-Es sencillo, su hijo, y no es el único caso; es un émpata, recibe y dramatiza los sentimientos de los demás, es capaz de colocarse "en la piel" de cualquiera. Una manifestación inquietante Sr. Mendez y es incurable.
-Me es desconocido todo lo que me cuenta doctor no estoy dispuesto a mantener un espécimen de ese tipo en mi hogar, ¿sentimientos? ¿De que tipo?
-Caridad, compasión, fraternidad…amor. ¿Sabe de lo que le hablo?
-Eso es lengua antigua, no soy capaz de seguirlo doctor. Acabe con él cuanto antes y no se hable más.
-Eliminarlo es una solución, una solución individual, como le dije no es el único caso. Esa tarea le corresponde a usted, es responsable de la mutación. La receta está expedida y no tendrá mayores problemas. Solo tiene que comunicarlo a Central, la hoja rosa es para mi y la blanca para Central no olvide entregarla o tendrá problemas…digamos legales. Le aconsejo un sistema indoloro.  Comprenda que individuos así no contribuyen al progreso, son lacras sociales que nos impiden evolucionar.
-Lo entiendo perfectamente. El caso es que he invertido tiempo y dinero en este vástago, tenía ciertas expectativas de futuro para él y para nosotros claro está.
-El gobierno puede compensarle económicamente Sr.Mendez pero no espere una cantidad desorbitarte y ahora disculpe tengo otros pacientes que atender.


9 de mayo de 2013

Ascenso (música de Kaufer)

Kaufer / Rock
 
Había que subir a la azotea para poder verla por entre el cielo clarísimo que atardecía en amarillo. Este es el único lugar donde oscurece en ocre, por que el ámbar inunda cada rincón de la ciudad: la tierra, los portones de las casas derribadas, la verdina entre los azulejos y los jaramagos que crecen en las grietas de los derribos.

Y es que para verla había que subir. Detalles de color y forma se apretujan en las neuronas del recuerdo.

 Una escalera de barro viejo con perfil de hierro en los bordes; retorcida en las esquinas y recta al final en forma de pasarela iniciaba el camino hacia una nueva dimensión.
Un cosmos de telas frescas colgadas en alambres que respiran buscando aire de la mañana que se va. Para llegar hasta aquí hay que subir no solo la escala también los sentidos. Si fuese de otra manera no podrías verla; estarías ciego.
 En una parte de la calle se quedaban los balcones, colgados de un solo lado, en extraño equilibrio, tapados con persianas en verano o recogidas estas en invierno con cuerda de plástico verde; un rodillo de tablas sobre las cabezas.

 Se podía escuchar a las madres llamar a los cachorros a refugio y sus quejidos, haciendo eco en las paredes de cal , el túnel blanco donde viven los escalones, llegaban a los oídos durante el ascenso. Un último peldaño y ya todo quedaba sordo. Una brisa tenue silbaba al pasar por la madera del marco sin puerta. Al otro lado: un desierto de techos, dunas de teja que se perdían en el infinito, se podría imaginar, por aquel entonces, que caminando por ellas se podría llegar hasta el final donde se encontraba sin tocar nunca el suelo.
 Para llegar hasta aquí hay que subir no solo la escala también los sentidos. "Si fuese de otra manera no podrías verla; estarías ciego".

 La ciudad de amarillo resplandecía antes de ocultarse.

 Allí con los brazos apoyados en el muro salpicado de detritus de palomas y la inmutable verdina entre el granito, de humedades secas de varios inviernos, se presentaba al escalador: la torre.

9 de febrero de 2013

Un asunto de estado






Un vaso de leche, pura de vaca. Eso pone en el brick. El sonido del precinto de seguridad al rasgarse hizo remolonear al gato hasta la esquina y se quedó observándolo en su postura habitual de felino egipcio disecado, esperando que le rebosara su plato.
 La mañana despuntaba después de una niebla intensa. Los brazos calientes del sol rasgaban el cielo color ceniza y a jirones la tela de la noche se caía de vieja. En la calle la vulgaridad inundaba el asfalto de gente normal embutida en coches normales camino de trabajos normales o en su defecto la mas normal de las colas del desempleo.
El televisor cantaba, jondo y seco, las últimas retahílas de noticias encadenadas con las que le hicieron conciliar el sueño la noche pasada, hace mil años o más.
 La esposa trabajando los niños estudiando y José Maldonado Bulguer miraba desapasionadamente un vaso de leche.
 Tocó el móvil indeciso, espantó un par de miasmas soñadoras de la oscuridad que precede a los sueños, las que se quedan hasta que bajas del ascensor y te das cuenta que nadie vuela.
 Ella estaría enfrascada en memoranduns ministeriales que no llevan a ningún lugar o en todo caso , como la gente vulgar de mas abajo, de nuevo a engrosar las listas  “mantenidos” ; les llamaba ella.
 Hola, sé que estás ocupada – se atrevió a pronunciar- si, si, el ministerio no es una oficina cualquiera – la dejó acabar la frase. De fondo se oía a la secretaria desgranar un mantra tibetano :  estadísticas números , concejalías , para él todo sonaba a cántico de las alturas celestiales , incomprensible lenguaje de lo divino- Quería saber si la compra de se hizo como siempre…si claro , la asistenta , pero esa no está , hoy su día libre…¡coño déjame acabar joder! La leche… ¿Cuál? Pues la del cartón de toda la vida. Está podrida, yo que sé, tiene un aspecto asqueroso, eso no se puede beber. ¿Qué si huele? No lo sé maldita sea si solo ver el color asusta. Es verde carajo…la maldita leche es de color verde.
 El pitido de cuelgue queda estático. Vestido con el chándal se escapa del hogar y le inunda las orejas el sordo retumbar de los coches, las personas se comunican en murmullos y sus pasos son sonámbulos hasta el bar.
-Antonio un cortado por favor. ¿Que es esto?, déjame ver la leche.“ …una leche única para usted , pasterizada rica en calcio ….” Y un montón de monsergas rezaba el ladrillo de hule en su etiqueta.
-Viértela delante de mi, que yo la vea- el camarero escanció el contenido mínimo en el diminuto vaso de café Express. Un hilillo sucio, como de agua de pantano tiñó de verde oscuro el contenido.
 El bar está a rebosar y todas las “supermadres” apuran los desayunos ; un ojo en la tertuliana de enfrente y el otro en el vehiculo en doble fila, en sus manos, humeantes los vasos, bebían el brebaje esmeralda con colacao , café y otras mierdas.
Desvalido José Maldonado Bulguer , atrapado en una falta horrible y pavorosa, en un cuento en el que el no era protagonista tan solo un decorado ; un árbol de cartón con niño dentro, se atreve a preguntar al camarero.
-Dime Antonio ¿ De qué color es la leche?.
 El camarero lo miró como si esa pregunta se la hicieran todos los días. No movió un ápice las cejas se apoyó en la barra y acercó la boca a la oreja de José Maldonado. En susurros le rezo:
-Verde don José. La leche siempre ha sido y será verde.
 Después de aquella terrible revelación José Maldonado deja pasar la jornada de una forma ausente. Es una frágil estructura mecida por los acontecimientos prosaicos de cada día con una pesquisa esmeralda alojada en su cabeza.
 La intriga dura hasta la tarde y en su corazón late algo difícil de describir , algo que impulsaba a sístole y diástole dos veces más deprisa de lo normal , algo pensó él , que puede ser curiosidad , un afán de descubrimiento una búsqueda secreta que lo sacará de la maquina.
 Cuando llega la noche la familia duerme. José Maldonado Bulguer permanece despierto arropado hasta la barbilla contempla el pasillo oscuro que se expande mas allá del dormitorio : una garganta.
 Ha perdido cualquier atisbo curioso y se acomoda en el mas tranquilo remanso de la frustración con ciertas notas de odio. Poco duró su aventura exploradora.
Se dice una y otra vez la misma frase. Intenta conciliar el sueño hasta que lo logra.
-¡Antes de hoy la leche era roja joder!…roja.

20 de enero de 2013

Pan y Garfio







Pan

En el país de Nunca Jamás ocurrió algo terrible, algo que para los ciudadanos de esta ínsula no tenia nombre , una enfermedad desconocida mordió una mañana a Pan y parece ser que no será este , el líder de la isla perdida, la única victima.

A Pan, el semidiós niño, el que rapta doncellas púberes para jugar eternamente con ellas, a Pedro Pan como se le conoce en el mundo diario que nos llena de asco, empezó a formársele junto a la comisura de los labios una mata , al principio pequeña como una nube , de cabello , de pelo mucho mas duro que el de la cabeza. Pan entró en la adultez en apenas unos meses, de esos meses que en el país de Nunca Jamás son días interminables. Pasado este tiempo Pan fue expulsado por los niños salvajes que no entendían una palabra de su nuevo vocabulario, bajo amenaza de muerte si acaso se le ocurría volver.

Disfrazado en nuestro mundo olvidó en su mente adulta cualquier atisbo de su edad de gnomo vestido con un pijama verde. Continuó, las costumbres son rémoras temporales, haciendo lo que mejor sabía hacer. El tiempo pasaba y encerrado en un cuerpo de adulto sus gracietas de duende subdesarrollado le pesaban en la calva.

“Por la mañana me levanto tarde, o muy tarde, lentamente para el resto de los mortales pero es una buena hora para mi. Desayuno fibra y muesli, sigo una escrupulosa dieta que me pasaron hace tres años y cada vez que mi barriga se desmadra la pongo en practica.

Visito después el gimnasio donde prácticamente no hago nada, espero que mis músculos se habitúen con la charla comedida o histriónica, según me complazca para llamar la atención. Al medio día me alimento de nuevo de comida basura mezclada con mi dieta especial. Duermo la siesta y juego al fútbol por ese orden exacto.

No entendí bien la película pero el tipo me caía simpático, mataba para ser querido , pero eso a mi no me hace falta , me aman por el simple hecho de ser yo sin necesidad de asesinar a nadie. Si no fuera así creo que llegaría a hacerlo, que mataría para ser querido : por eso le comprendo.

Compartimos los gustos por la ropa cara y los perfumes de marca, por las chicas y las cenas y los locales sin posibilidad de reserva.
Cada día demuestro que soy lo que tú serías si no tuvieras preocupaciones, si fueras un simple y te alimentaran, pensionado, a través de una cánula adosada a la vena femoral.

Puede parecer que me conoces, puedes hacerte una idea de mi, pensar que soy buena persona pero incompetente, quizás eso te despiste, pero no te equivoques, se muy bien lo que hago. Con el chandal de los domingos paseo buscando algo que ni yo sé. Y acaso ¿no es eso lo que todos desean?. No pensar, ser un niño siempre hasta que la calvicie te llegue , hasta que los dientes sean de porcelana y duerman en un vaso de cristal”.


Garfio

Soy delicado con las damas que quieren que lo sea y duro como una roca con las furcias ; prefiero las segundas. Con las putas nunca se sabe y la sorpresa es algo que gusta cuando cargas algunos años encima, cuando todo es previsible y el tiempo corre en tu contra.

Dejé de ser un dandy cuando calculé que vestirme era mas dificultoso que cualquier otra cosa. Ahora ando desnudo por el barco fantasma que lleva mi nombre. Atraco atuneros españoles como siglos atrás lo hacía mi antepasado. Escapo y pido rescate. Solo quiero emborracharme en Magalluf con los míos, ser joven de nuevo y saltar desde un balcón hasta la piscina. Pero no tengo edad, lo sé y la juventud voló de mi cuerpo hace tanto que no recuerdo nada de ella. Por eso me fijo en la de los demás y envidio a los despreocupados de las mas baja estofa de aquella isla que me vio nacer y que ahora se matan en otro escollo de calor mediterráneo o en las playas del Caribe donde pervertí a toda clase de mulatas( ¿lo imaginé , lo soñe? ...no sé muy bien)

¡A la mierda las gaitas celtas y que suenen los mariachis!

El maricón de Pan es un puto degenerado que pervierte adolescentes en camisón de dormir; lo dejé escrito en la cubierta con pintura fosforescente, con grandes letras en caligrafía inglesa , seguro que en uno de sus vuelos nocturnos lo ve y viene a cobrarme las cuentas. Lo estaré esperando con acido.


10 de enero de 2013

Desidia





La desidia se ha instalado en el blog del Andaluz. El cansancio y la rutina.

El miedo (uno de los grandes enemigos del hombre de conocimiento según don Juan , de Carlos Castaneda) ha hecho mella en la libertad de expresión ¿será que quiénes nos dirigen son  mas inteligentes de lo que  pensaba y el lenguaje críptico de KAFAZ les ha entrado en sus molleras psicopáticas  donde las pasiones no son otra cosa que cerumen derretido?¿será ese cera diluida un lenguaje entendible para los que nos gobiernan en lo local? Si es así estamos perdidos pues nuestras armas están al descubierto.

¿Merece la pena desgranar la psicosis diaria? Contemplo los blogs de éxito , los observo como quien mira una lagartija , una iguana o una bicha andaluza. Como objetos deformes de la realidad;atrayentes y repulsivos al mismo tiempo. A veces pienso que deberían de inventar algo que tal cual lo pensara se inscribiera directamente en el blog. Así los pensamientos volátiles quedarían plasmados en tiempo real y serían frescos como los de las quinceañeras vampíricas con ínfulas de autoras o las veinteañeras consagradas a lectura fácil de clásicos modernos de ayer y hoy. O si acaso como los gafapastas de la carrera a medio terminar.

Entonces el blog del Andaluz tendría éxito y muchos lo mirarían con respeto no como la consagrada mierda pedante que resulta ser.

Queda bastante por discernir en KAFAZ pero se queda ausente en espera de tiempos fructíferos, en   paciente deshora   de reloj de arena en la cual los granos del bote superior, los últimos, disipen el miedo y la volatilidad de la inspiración esté de acorde con los tiempos.