9 de julio de 2014

En la playa

 

 Estaba solo en la playa un mes de julio y atardecía. “Disorder” me llevaba de paseo por entre las dunas. Escucharla en el walkman era una autentica gilipollez, hubiera preferido el estéreo de casi medio metro que me regaló Helena. Cuando estudio física y no tengo nada para anotar las ideas fluyen de mi cabeza y se dejan escribir en cualquier cosa que tenga a la vista. Las formulas se alineaban en los granos de arena , Ian  en mi imaginación se hundía en unos de sus trances y el Levante , como se llama por aquí a los vientos que asoman por aquella esquina, dejó de alborotarme el cabello. Sorprendido por esta circunstancia, no se apacigua este aire así como así, alcé la cara y allí estaban
 El alto desde su pedestal de dos metros, el otro permanecía inclinado, con los guantes acolchados tomó un puñado de arena y lo miró como si fuese oro o escoria, no sabría decir.
 Sabía quienes eran y lo que pretendían ; no tenía la más remota idea que responderles.
-Muy fuerte hermano, ni te inmutas, de verdad estás hecho de una pasta distinta.- Me disparó el que parecía al mando. Vestía de negro. Un abrigo rozaba las dunas. El pelo largo ensortijado , un aro en la oreja, falanges llenas de anillos. Si me describen de esta forma al primer ser inteligente en contacto con la humanidad en uno de los videos serie ultra z de Helena me hubiera muerto de la risa.
-Hablas como un quinceañero de barrio, no esperaba ese lenguaje de vosotros.
-Tienes poco más de esa edad ¿no?.
-Tres más, también estoy doctorado en Mecánica Cuántica y no llevo el bolsillo lleno de bolígrafos.
-Supongo que será un problema sin relevancia chaval. Lo del lenguaje, me refiero. Me gusta esta manera de expresarme.
-Ya.
 Su compañero se levantó y pude apreciar que tan solo era un par de cuartas más bajo que el otro. Parecía impaciente , algo de su naturaleza pues tenían todo el tiempo del mundo, del universo y de la eternidad. De todas las maneras el ansía le comía por dentro y una mirada furiosa se cruzó con la mía.

-¿Qué piensas hacer?- me dijo apretando un puño, los granos de arena se escaparon entre sus dedos.
-No sé de lo que me hablas.
-¡Una mierda no lo sabes chaval!, no tienes idea de las fuerzas con las que tratas. ¡Lo va a contar , lo contará! –  le gritaba a su jefe. Una mole de espalda se interponía entre el bajo y yo. El jefe contemplaba el mar que se retiraba en marea baja chupado por una luna que despuntaba. Los detritus de la playa salían por entre la arena : colillas, bolsas de plástico y conchas vacías de almejas muertas.
-Si te vas de la lengua - sentenció el alto en ese argot que a él parecía gustarle y que a mi me resultaba tan chocante en ellos - estarás muerto al instante , se que eso no te preocupa sabes lo que viene luego pero me encargaré que no lo pases bien, nada bien. De todas formas ¿Quién te creería?.
-Ahora no, dentro de unos años si- repliqué envalentonado-.Búscame entonces y hablamos.
-Ya te he buscado allí idiota.
 Los dientes asomaron  por entre mis labios.
-¿Lo viste? En  mi futuro y en todos los que has escudriñado. Todo es más grande de lo que parece , fuera se esconde lo mejor del asunto ¿no sientes curiosidad? ¿estáis tan aburridos como para dejar de sentir lo que ha llevado a mi raza a descubrir Esto en apenas unos millones de años?
-Me das pena- me contestó el alto y se colocó mis altavoces en sus oídos ¿has escuchado esta mierda?- le preguntó al otro- ¿es buena cosa , eh?. Vamos a ver, estás dentro de un papel, una hoja con dimensiones limitadas ¿entiendes? No puedes pasar de aquí por mucho que quieras. No te sirve de nada saberlo, aquellos que fuimos capaces de descubrirlo lo hicimos después de muchos eones ¿y qué? Todo involuciona, todo decae. Nos sentimos ratas cuando nos tocaba ser Dioses. Ellos nos encomendaron la tarea de impedir que otros lo lograsen , desconozco sus motivos, tampoco me interesan es algo fuera de mi alcance. Somos...
-No me digas lo que sois, ya lo sé. No hablo con muertos.

Hace mucho tiempo que no se de Helena y su pelis ultra z. Aquello duró lo que dura el verano y un poco más de ese mismo otoño. Después vinieron algunas otras y la beca por el MIT al otro lado del Atlántico donde nacen las olas que desbordan en las playas de Huelva , mutadas en recuerdos enmarcados en estas paredes
 Espero que suene el teléfono , son las 21.00 horas de una fresca tarde de julio y la memoria de lo que parece un sueño me hace sonreír…otra vez.
 Al fin los primeros acordes de “Disorder” se desparraman por la habitación.
-Doctor la conexión esta lista. Suyo es el honor de transmitir las primeras palabras.
 Aclaro mi voz antes de hablar, al otro lado del teléfono el ordenador la cambiará por algoritmos matemáticos. Llevo más de veinte años esperando hacerles esta pregunta.
-¿Juego terminado?

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