4 de mayo de 2016

El olvido

Vendo vehículos usados, igual que hacía antes de Mic. He vendido seguros de vida, libros de dianética, frigoríficos, acciones, biblias, juguetes para adultos, sexo por encargo y comida enlatada. He vendido casi todo lo que se puede vender, incluida mi persona…también vendí a Maureen.
 Ahora solo hay cantinas.Los bares no están prohibidos pero todo aquel que frecuente uno es sospechoso de traición a Mic, eso piensan los humanos, a Mic le importa un carajo.La mayoría de los rumores sobre él son inventos  del inconciente colectivo, es el cerebro asustado y contrahecho de  la humanidad el que nos hace sospechar turbias acciones de Mic sobre todos nosotros…yo creo en todas de una manera febril.
 Las vacaciones pagadas en verano, la Navidad; fiestas que a las máquinas les importan un comino. Un misterio, tan insondable como nuestra supervivencia.
 De igual manera incomprensible sostienen un sistema capitalista de bajo nivel en todo el planeta, es por eso por lo que las maquinas mantienen las fotocopiadoras, ¡los faxes!, los televisores catódicos y los programas de televisión de niños cantantes; odio a Mic, no saben cuanto puedo llegar a odiarlo.
—Cuénteme algo de Maureen.
—Lo sabe todo de Maureen doctor.
—Pero quiero que usted lo haga. Sr. Stud.
—Puede llamarme Ronaldo como todo el mundo. Mi Madre era la única que me llamaba así. Lo hace aposta, está bien no me importa, ya casi nada me afecta. Como sabe doctor,Maureen murió con la mitad de la población del planeta a causa del virus. Mic fue así de bondadoso con la humanidad. Nos libró de la superpoblación, recuperó el clima, especies casi extintas y mantuvo al mismo tiempo el capitalismo de hace cincuenta años sin sus funestos efectos secundarios ¿Qué más se puede pedir?...bueno por pedir que no quede, yo acabaría con las rancheras, los mariachis y los niños cantores de concursos televisivos pero eso es demasiado para Mic.
-¿Sabe que ahora además de cantar cocinan suculentos platos de prestigiosos chefs. Todo dentro del mismo concurso, es entrañable.
 Tomé este ataque descarado de publicidad pineal por parte de mi psiquiatra como una sucia maniobra de Mic, controla todo lo controlable, incluida mi visita semanal al doctor Ramírez.
En este anuncio que encontré en la mañana, antes de la primera copa, lo dice bien claro: SE NECESITA AGENTE DE VENTAS PARA IMPORTANTE EMPRESA, AVALADA POR MIC EN PERSONA, BUENA PRESENCIA…Y BLA, BLA, BLA. PROCESO DE SELECCIÓN MUY RIGUROSO. Soy yo, sin duda, el candidato ideal, así que me encamino a copar el puesto y dejar el derrumbe para otro menos meticuloso.
Un tipo se me ha adelantado, se podría decir que es una alma gemela, otro vendedor, yo diría que de fotocopiadoras, se le escurre el toner por entre las mangas, son inconfundibles. 
 Avalado por Mic en persona. Tiene gracia…en persona.
—Mic tiene de persona lo que yo de abstemio, ¿una copa compadre? Así hacemos tiempo.
“El Olvido Mariachi”  un lugar como tantos otros, una patética cantina donde esperar, mi dichosa manía de llegar siempre media hora antes.
Por entre los víseles del Olvido la captación pineal  me escuece los ojos: “COLONICE LA UNDECIMA DIMENSIÓN, ESCAPE DE LA TIERRA, SEA HUMANO” siempre llevo a mano una buena cantidad de duerme bien en el bolsillo interior de la chaqueta para evadirme del acoso pineal de Mic(solo para eso)me digo a mi mismo cuando sé que no es verdad.  Desconozco de lo que está compuesto el duerme bien así que sugiero como sustancia adictiva el tequila, mi segunda debilidad, digamos que el duerme bien es un complemento.
 Altavoces escondidos  entre matas de cactus de plástico nos martillean los oídos con el cántico de Jorge Negrete, en el televisor un adulto en cuerpo de niño intenta cocinar para deleite de sus horrendos padres y el resto de parroquianos. 
Es mejor que deje la botella- le ordené al mesero mientras mantenía la caja de duerme bien agarrada. 
Buena idea compadre.
  El tipo está un poco desquiciado. Mira de un lado a otro no es capaz de mantenerse quieto en la silla, me observa de reojo con una inquietante sonrisa de medio lado.Me cae bien. En un momento dado, cuando fantaseábamos con la posibilidad de desconectar a Mic, me mira fijamente, por primera vez en toda la conversación.
—¿Cree que nos escucha? ¿De verdad lo cree?
—Mic lo escucha todo, lo ve todo y no le importamos en absoluto.
A estas alturas la entrevista de trabajo nos trae sin cuidado, la botella de Tequila está medio vacía, como mi  vida, como la de este tunante. Me arrimé a los labios un par de duerme bien y los tragué de golpe.
—Mire Stud. ¿Que me diría si le cuento que sé de buena tinta las intenciones de Mic?
—No me haga reír. Lo pondré a prueba.
—Hágalo.
—¿Por qué Mic nos tortura con esta música del demonio? Es muy fácil y nada complicado para usted que todo lo sabe de nuestro Dios. No recuerdo oír otra cosa desde la gran epidemia.
—¿No le gustan las rancheras?
Estoy a punto de machacar la cabeza de este hombre pero quiero saber hasta que nivel llega su locura.
—NO.
—Mic cree que asienta el espíritu y prepara el cuerpo.
—¿Para que? ¿Nuestro funeral?
—Para la vida salvaje por supuesto. Fuera de estas paredes de hormigón.
—Si de lo que habla son las colonias de azufre en la atmósfera de Venus o el infierno de Marte solo tiene que cambiar el hormigón por planchas de acero; el interior de un carguero espacial o un domo presurizado.
 El tipo sigue mirando de un lado a otro. Toma el resto de la botella de tequila a gañote. Me devuelve la mirada de nuevo y saca una foto de esas instantáneas de hace cincuenta años con la banda blanca abajo (otra gracia de Mic) donde hay escrito algo ininteligible.
—Mire esto.
Veo un paisaje árido lleno de casas blancas, amplias y robustas, un caballo pace tranquilo, al fondo una hacienda, no se aprecia muy bien pero los bultos marrones diría que son reses,  todo enmarcado por varios cactus…azules.
Permanece en silencio, con esa sonrisa desquiciante ladeada, la corbata floja, el cabello alborotado de tanto manosearlo.
—¿Qué me dices Ronaldo , ¿Lo dejarías todo para venirte aquí?
—¿Ha montado todo esto solo para ofertarme otra vida?
El tipo asintió de manera exagerada como los niños. Quiero veros allí. Me preocupáis, te juro que me preocupáis Ronaldo. Esto está a miles de años luz. He dado con la clave ¿sabes? La de los viajes espaciales. ¿No es increíble?
—Lo increíble es que después de masacrar a tres cuartas partes de la humanidad con un virus tengas el valor de proponerme tal cosa…máquina.
—No, solo viste como los camiones se llevaban los cuerpos para su incineración. ¡Pero están vivos Stud! ¡Vivos! Te esperan allí compadre. Me tengo ir Stud.
 El vendedor de fotocopiadoras se marcha despacio y deja un puñado de fotos “Polaroids” dobladas encima de la mesa. Las paso como un manojo de naipes, al poco me topo con el rostro sonriente de Maureen, cubierta a medias su cara por la sombra de un sombrero charro, en el espacio en  blanco de más abajo una nota...

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