Mostrando entradas con la etiqueta el andaluz se bate a duelo de navaja. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta el andaluz se bate a duelo de navaja. Mostrar todas las entradas

21 de diciembre de 2011

A Navaja

Mein Teil by Ramnstein on Grooveshark

El andaluz Kafka podría ser un obsesivo compulsivo, pues este un don que se les concede a los que quieren el orden por encima de todas las cosas, el andaluz está demasiado cansado para ordenar su vida. Nadie ordena nada aquí pues todo lleva su proceso de inicio y destrucción por si solo.

El andaluz Kafka podría ser un perfeccionista agraciado, cualidades no le falta, su tierra está rebosar de escritores, artistas y músicos que buscan la perfección absoluta pero el está demasiado harto. Que aunque quisiera, no podría sustituir su siesta por la perfección de las artes y el calor en verano es tan grande aquí.

El andaluz Kafka podría mantener el tipo y ser un ideal de cuerpo, comiendo poco o casi nada, regurgitar su alimento en el cuarto de baño. Como hacen aquellos que se creen ideales, pero el sopor le invade y el cansancio es tan grande aquí que come o muere, cuando tiene que comer.

El andaluz podría ser un adelantado empresario y crear riqueza en su propio terreno, pero es tal la vejez de sus células cansadas que para qué. Explotar, enriquecerse con el trabajo de otros, cansa tanto aquí.

El andaluz Kafka podría ser una estrella mediática o de las cultas , de las del segundo canal, pero su acento , su zezeo , es tan cansino , que dominar el castellano le ocasionaría una inmediatez absurda e innecesaria, le cuesta modular las silabas , hacerse un hombre de provecho con verborrea cuesta tanto aquí. Y el papel de las revistas de colores es tan bueno para forrar los cubos de basura, impide que el chorro lo pringue todo.


El andaluz Kafka podría presumir en los aeropuertos, al pasar el arco detector de metales, con orgullo, con la sonrisa en la cara y escupir al del uniforme: en Híspalis no me pita, allí me dejan pasar con todo lo que llevo encima.

Pero el andaluz no es ególatra, por que eso cansa mucho y deja con timidez al del Empurdá, al buen Payes ,  que se pronuncie en su lugar : en la ciudad del Conde no me pita que suena más musical , más europeo ; el prefiere beberse el cava del norteño en navidad y quitarse de golpe todo lo que lleva encima y cagarse un poco en los muertos de cualquier cocinero de diseño mientras se tapiña espetos fritos al sol de la Málaga , mojándose los pies en un mar que es mas de él que de nadie ; de todas  las maneras ser chauvinista cansa tanto aquí.

El andaluz Kafka podría batirse a espada, pero un rey prohibió las espadas aquí hace muchísimo tiempo. Por eso se inventaron las navajas, propias de Andalucía, con las que se rebanaron gaznates gabachos cuando toda Iberia era Gades. Y los señoritos a navaja no se duelan, que es de plebeyos. Así que el andaluz la utiliza para cortarse queso o las venas.

Al andaluz Kafka le gustaría que lo tomaran en serio, está cansado de los chascarrillos. Es hombre serio y triste.

Por eso cuando le viene la fuerza entre jornal y jornal , entre siesta y descanso, cuando eso ocurre quema el puente de Carranza , se tapa la cara con un pañuelo y armado de tirachinas destroza alguna que otra clavícula , con una bola de acero , al primero que pase.

Toma una finca y defeca en la subvención, en el cacique y en su Santa madre y entonces: se obra el milagro; nadie se ríe del andaluz Kafka en el Parte del medio día , no cuenta chascarrillos, parte caras.